
Vanesa, maestra de francés en la escuela de idiomas, su clase llena de hombres maduros, todos del gremio del comercio, pues en Andorra es lo más normal.
Mujer exuberante, de cuerpo atlético, pechos prominentes, sexy, muy sexy, sobre todo cuando se coloca el bolígrafo entre sus labios, insinuante, provocadora, buscando guerra…...
Jean Paul, hombre madurete de 50 i tantos, regordete, no es el típico macho men, casado, nunca ha sido infiel a su esposa, ¡pero Vanesa!, es mucha Vanesa.
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Una tarde muy lluviosa, y con tormenta, la clase estaba casi vacía, Jean Paul no dejaba de mirar el culo de la maestra, imaginándose que se lo follaba de mil formas , en cientos de lugares.
Distraído en sus sueños imaginarios, no se dio cuenta que la clase se había acabado quedándose solo con Vanesa, nervioso Jean Paul recogió sus libros, mientras Vanesa le observaba, ¿estas bien Jean?.....Si, si, muy bien (titubeo).
Ambos cogieron el ascensor, de repente un apagón, el ascensor quedo bloqueado, Jean Paul pensó “coño, que típico, ascensor estropeado, solos…..” pero solo eran pensamientos que no ocurrirían. ¿Quién se iba a fijar en él , Vanesa.?.
De repente Jean noto unas manos que buscaban suavemente su bragueta (he visto como me miras en clase). Deseo comerte, poseerte, Jean, ¿te atreves aquí y ahora?... No se lo podía creer, ese hombrecillo barrigudo, que le estuviera pasando aquello.
No se lo pensó dos veces, por si despertaba de aquel sueño.
Vanesa bajo los pantalones a Jean y comenzó a chuparle la polla, “chupar la polla es un arte”, humedecer, humedecer, cuanto más húmeda mejor, rodear la base por encima de los huevos con firmeza, boca no dientes, la lengua alargada, lamer, velocidad, ritmo. La lengua suave, dentro, suave, cambia de rumbo, no repetir el mismo movimiento, una y otra vez, lamer, succionar, chupar, así se come una polla, ¿te gusta Jean?....
Él , no tenia palabras, estaba alucinado, Vanesa con su pulgar y el dedo corazón tocaba alrededor de la base, los labios entorno a la polla deslizaba su boca de arriba abajo, a un ritmo constante, la cara de Jean delataba un orgasmo próximo.

Lamerle la base inferior del tronco por encima de los huevos, succionándolos con la boca, hacerles girar con la lengua con si fueran almendras, para volver al rabo, de arriba abajo, engullendo toda su tranca, hasta la garganta, la profundidad es buena, Jean.
Vanesa, mientras le comía la polla iba describiéndoselo con voz sensual, era una cuestión de concentración, no quería un calentamiento previo al follar, solo deseaba que aquella polla fuera suya en su boca, poseída por su lengua.
Un liquido blanco y caliente empezó a emanar , erupcionar como un volcán, Vanesa siguió lamiendo, aquel liquido tragándoselo todo, como si de leche de vaca se tratara, siguió succionando aquella polla hasta que su presa sintió un dolor-placer único.
Joder que mamada!!,
Me alegro que te gustara, Jean, y para mi toda una experiencia más , un nuevo conejillo de indias , quiero aprender a mamarla muy bien, ser la mejor, me presento al concurso de mamadas del año que patrocina la revista SEX.O en Francia.
Jean se quedo blanco.