El SEXO es un deseo ardiente capaz de mover los hilos del planeta.
Yo me considero una mujer moderna que vive y siente, no temo contar mis fantasías e intimidades, para mi es el camino a la liberación de tabúes impuestos por nuestra sociedad, de machismos, de incomprensiones.
En esta época donde sufrimos todos es necesario soñar, y yo seré tu musa, si me dejas....

sábado, 25 de octubre de 2014

LOBA


A la loba despertando…
Inicia la furia…
Se aloca el instinto,
se abren mis bocas…
labios húmedos,
que piden caricias.

Cual fiera…
se me enciende el celo,
llevo mi lengua
a mis pechos…

Me ganan las ganas,
me rinde el deseo, 
y salgo de caza,
Te busco, te huelo…
Llego a tu madriguera,
te encuentro, me entrego,

Y te lamo obscena
Cada parte del cuerpo…
Salvaje, alocada,
Con fuerza te beso…
Con hambre de lujuria
Araño tu pecho…
Y penetras con fuerza
Mordiendo mi cuello…
Mi piel excitada
Se entrega sin miedo…
Y el vaivén de tu boca
consume mi aliento…

Grito, gritas,
Te vienes, me vengo…
Feroz y lasciva
de nuevo te prendo…
Y no hallo el final
a esta lucha de cuerpos…

Entre besos me arañas,
entre besos te muerdo,
y entre besos, la loba
aúlla sin freno…

Para acabar convirtiéndote
en mi LOBO.

Belle

2 comentarios:

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

UN LOBEZNO RONDA TU CINTURA

Hace tiempo se apartó de la manada
y se disfrazó de árbol, de piedra, de sendero.
Miró caer la nieve, sintió frío,
pero supo resistir como buen lobo.

Bajo la nieve crecían las frutillas silvestres

y germinaban semillas de ruibarbo.

Supo imaginarlas a lo lejos.
Esperó al sol del verano
para que entrara en la espesura.

Esperó que los días maduraran.

Algo rondaba en el aire:un aroma
de atardecer, de helecho,de humedad.
Adivinó los pasos de la Dulce,

vio el escorzo del cuello a contraluz,

a contrasombra su cintura, toda ella
a plena cercanía, sonriendo.
Se acercó el aprendiz en la punta de sus pasos
y husmeó de los sueños la silueta,

descubrió un rastro de neblina,


una huella de antaño en la mirada,

un anuncio de fuga, un rubor, una distancia,

un tenue palpitar de gacela asustada.



Se inclinó vuelto un lobo ya, un lobo viejo,
y desplegó su lengua, su palabra.
Te susurró, te lamió, te habló,

te cantó, te lamió de pies a cabeza,

te giró, te lamió entera, te dobló,
te volvió a susurrar, te lamió entera,
se sacó su piel de lobo antiguo,

te lamió entera, de pies a cabeza,

y dio paso al sol para que te iluminara.
Y brillaste así, en medio del bosque,
con su saliva y su palabra.
(sacado de un fragmento de Guido Eytel, LA DULCE Y EL LOBO)
Sensuales palabras para una loba de otoño