NO ME LLAMES LOCA “FÓLLAME”

Salimos a tomar unas copas, un bar de ambiente nuestro secreto nocturno.

Tequila, aguardiente y coñac mezcla explosiva, la noche era nuestra y tu nuestra presa…¿te atreves?

Dicho de esta manera suena algo fuerte, pero nuestro grito de guerra esta servido, la noche es de bella y amigas ¿te unes?….

Así empezamos una noche de sexo desenfrenado. Sentadas en una de las mesas que dan a la pista éramos observadas y observadoras a su vez, nosotras no somos lesbianas pero de vez en cuando un coño es apetecible para variar.

Me entraron unas ganas tremendas de ir al baño, me dirigía hacía allí cuando una mujer me abordo en el pasillo de acceso:

¿Has follado alguna vez en un baño?, le dije que si, ¿y con una mujer?, la verdad que no ¿Por qué lo preguntas?, me gustas ¿te apetece un orgasmo rápido y salvaje?

Suena bien, ¿no creéis?.

Nos metimos juntas en uno de los baños, nuestros labios se juntaron dejando que las lenguas jugaran a su antojo, sus manos bajo mi falda apartaron mi tanga , tocaba mi coño húmedo delatador y traicionero por mi excitación, mis manos manoseaban sus pechos firmes y operados como los míos. Me apoyó en la puerta y se bajo a mi pilón abriendo con sus dedos mi vagina, su lengua se introdujo como si de una polla se tratara sin ninguna piedad, un grito sonoro de sorpresa salio de mi boca , sus dedos jugaban con mi culo introduciendo uno de ellos por mi ojete.

Mi clítoris quedo seducido por sus labios muy apretados a mi coño, su lengua hundida en la profundidad de mi cueva no paraba de moverse , mi glúteo contraído por el placer deseaba ser follado, mis labios vaginales palpitaban los sentía explotar , podía notar como chorreaba mi fluido por mi entrepierna, estaba a punto de llegar al clímax.

No pude contenerme aunque lo intente, me llegaba el orgasmo, mi folladora lo noto, acelero la marcha de su lengua esta vez tomando como rehén mi clítoris, sus dedos hicieron a su vez de dildo buscando el final de mi cueva, me agarre fuertemente a la puerta abriéndome más para la llegada del estallido final.

Mis gemidos me delataban esta gozando como una perra en celo, me sentía tan puta mientras pensaba “como me gusta el sexo” “como me gusta el placer” “ como me gusta sentir a mi coño disfrutar de esta manera tan bestial”.

Me corrí, como si de un tío se tratara, intenso no muy largo y al final doloroso.

Después de unos minutos para coger aire fui yo la que me baje a su pilón, pero eso es otra historia………………………….

Hoy y después de esta tremenda aventura aun no se como se llamaba aquella mujer……………..

Buenas tardes Bell@s.