
Necesitaba ducharme, olía a hospital, cuando cerré la puerta de mi baño para mi fue como un alivio, !! por fin estaba en casa!!.
Sin que me tuvieran que vigilar la puerta mientras me duchaba o hacía mis cosas, no estoy acostumbrada a los hospitales y menos a visitas inesperadas de la acompañante de habitación de turno.
Pero no todo ha sido malo, estaba Paco , un celador ya entrado en la cuarentena pero de aquellos que te quitan el hipo, alto moreno, ojos negros, bien formado, un hombre simpático y amable, con un sexi acento cubano, enseguida hicimos migas, sobre todo en mis paseos con exceso de velocidad incluida , que me di por la planta en silla de ruedas , escapando de las gruñonas enfermeras, y ellas quejándose a paco para que me riñera y me quitara la silla.
Aparte de esta divertida anécdota mi estancia ha sido de lo mas normal.
A primera hora de la mañana vino a buscarme mi celador preferido con la silla de ruedas, si esa que uso de estrangi para hacer carreras por el pasillo, tenía que hacerme una ecografía de control para poder salir libre del hotel obligado.
Al acabar y mientras esperábamos el ascensor le comenté de forma muy natural que era un hombre muy atractivo, (se puso como un tomate y eso es lo que yo andaba buscando).
No me corte ni un pelo, estaba cansada de estar ahí, sin portátil, sin salir, sin divertirme a mis anchas, siempre riñéndome las enfermeras por la cantidad de gente y el cachondeo que se oía desde mi habitación, estaba harta.
Le dije: Mira eres fantástico , un tío estupendo no quiero irme sin besarte pero no en la mejilla si no en la boca.
Se quedo blanco, y yo mas ancha que un ocho. Me dejo en mi habitación y antes de salir me dijo, dentro de un par de horas te vengo a buscar belle, abrígate.
Omitiré datos para ir al grano.
El beso:
Hay besos para todo tipo y gustos, pero tengo que reconocer que paco besa muy bien, mi último día me lo hizo especial .
Subimos a la azotea desde donde se ve parte de Andorra la Vella, el aire era frío pero el calor de su cuerpo no me hacía sentir nada. Sus manos en mi cintura , mis manos suavemente se deslizaban por su pelo, su mirada profunda clavada en la mía, y un deseo de ser poseída invadió mi cuerpo aún dolorido.
Se acerco a mi boca con suavidad, sus labios rozaron los míos, nuestras lenguas se encontraron a medio camino abrazándose en la lujuria que ambos teníamos contenida.
Nuestros cuerpos se rozaron intencionadamente notando nuestros sexos sin opción a más, me abrace mucho a él, mi boca hambrienta y deseosa solo quería beberle hasta su último aliento.
Fue un beso largo , lo podríamos resumir como algo intenso, sensual, húmedo, sexy . incluso alocado, desenfrenado y nervioso.
Un beso que seguro se repetirá mañana viernes, hemos quedado para cenar, mis padres marchan todo el día a París por negocios y como todavía estoy convaleciente………………
Buenas noches Bell@s