NAVIDADES BLANCAS

Era bastante tarde, nos encontramos en el chat y, después de nuestra ruptura inesperada, no esperaba verle ahí, y menos que me pidiera la Cam.

Accedí a su deseo, entre el nerviosismo por verle de nuevo y la fantasía del que pudo ser y no será.

Después de hablar durante largo rato, noté que se estaba excitando, sus ojos, y su mirada lo delataban, me pidió cíber-sexo, “el sabe que a mí no me gusta el sexo a distancia” pero accedí por él.

Pasados unos minutos y después de su corrida cerré el chat, entre la desilusión y la frustración.

Pero mi coño estaba guerrero, yo también me había excitado mucho, subí a mi cuarto, cogí mi vibrador de gusanito, el último regalo que me hizo por mi cumpleaños, me desnudé, y me tumbé sobre las sabanas con cierto aroma a rosas, como a mí me gusta.

Cerré mis ojos y me imagine que me encontraba de nuevo junto a él.

Sus manos acariciaban mis pechos suavemente, lentamente, centrándose en mis pezones, su boca y su lengua irradiaban la misma magia que sus manos. Que placer dios mío!!…..

Me besa el vientre, el interior de mis muslos, el vello púbico, con su lengua suave, delicada, entra en contacto con mi coño, mi clítoris. Abro los ojos y puedo ver sus bellos ojos verdes mirándome, con la boca hundida en mi cueva.

Separo las rodillas de tal modo que las apoyo a los lados de su pecho, aprieto el coño contra su boca, contacto a contacto, aprieto su nuca contra mi ser, se queda largo rato chupándomelo, succionándomelo, haciéndoselo cada vez más suyo, mueve su lengua y la boca deprisa de un lado a otro, de pronto se detiene en la punta de mi centro, un punto diminuto donde se concentra la esencia de mis emociones, mi poder, mi amor.

Mis piernas y mi vientre se convulsionan, se contraen, vibran.

Durante esos minutos de liberación sé que no ha terminado. Poseída estallo.

Levanto el torso de la cama una y otra vez, él sigue moviendo su lengua furiosamente, pierdo el control de las piernas, agito los brazos, lloro, gimo, consciente de mis lágrimas de alegría por la llegada del orgasmo perfecto.

Abrí mis ojos y un frío gélido invadió mi cuerpo que me devolvió a la realidad..

Mi sueño había terminado.

Yo estaba sola en mi cuarto, con mi vibrador y mi esencia goteando por mis manos.

Buenas noches bell@s.. 

Mi vida se pierde dentro de tu ser

En tus manos cuelga mi fantasía,

donde tu sonrisa es invitación

a un viaje libido

donde deposito la ilusión

de tu cuerpo entrelazado a mi alma

en la cama de la perdición.

¡Que se detenga el tiempo!

que no hay segundos para pensar...

La ropa desaparece

y quedas vulnerable ante mi,

ante mi deseo extasiado

por dominar tus caderas enardecidas;

de tus glúteos apoderarme con mis manos

y guiarte al infinito de mi ser;

toma con tu boca mi piel,

tierna flor de primavera,

que quiero vencer al tiempo,

a la disputa del amor y lo correcto,

que sólo hay una vida

y la mía se pierde en tu cuerpo.

Felices fiestas Bell@s...Que paseis una buena entrada de año..
 
Os ama Belle.

Renacer

Alguien dijo que es bueno apartarse durante un tiempo para recuperar fuerzas, para recomponer sueños. Yo he estado un tiempo ausente de este blog, necesitaba refrescar mi mente, darle nuevas ideas y aires frescos, para poder seguir escribiendo.

En estos días de descanso he podido visitar lugares raros, exóticos y carismáticos, conocer gente nueva y aprender de la vida.

Una de mis paradas, Praga (República checa), maravillosa ciudad, llena de encanto, llena de gente fascinante, así como sus noches.

En un aristocrático edificio en pleno centro de Praga, se esconde una de las mecas mundiales del sexo, un big sister a lo grande, a lo bestia, un burdel retransmitido en directo a través de la red.

Ver y ser vistos mientras follas con desconocidos, la entrada 10€ a cambio de ceder tus derechos de imagen para ser distribuida por la red en una página de previo pago. Excitante, no creéis?..

Mi vida se había vuelto algo monótona y esta aventura me ha devuelto la vida sexual perdida.

Cuando entre en este macro burdel , en donde 54 cámaras estratégicamente colocadas se convierten en testigos mudos del sexo más porno que os podáis imaginar, mi corazón parecía salirse de mi pecho.

Me desnude, y entre en la sala, llena de hombres y mujeres de diferentes edades y peso. Es un lugar donde lo único que importa es tu polla y tu coño el resto pasa desapercibido.

Mis fantasías de puta parecieron crecerse en esta realidad que estaba viviendo.

Pasee libremente sala por sala, mirando, observando, escuchando, dejándome ser observada y como no deseada por mas uno y una.

Mi coño rosa y afeitado cuidadosamente, empezaba a pedir una polla desesperadamente, levemente dilatado ante tanta excitación busque una boca que me besara, una polla que me poseyera, alguien anónimo que me diera la libertad sexual atrapada desde hace algún tiempo en mi cuerpo.

Hasta que le vi..

No sé cómo se llama, ni quiero saberlo…

Alto, fornido, con acento alemán, el sería mi refugio por aquella noche y yo su fuego para calentar su sed de sexo.

Tomo mi mano, y me estiro en una especie de altar de piedras falsas, la sala era dedicada a los altares satánicos, con todo tipo de artilugios para el sado. Y entonces ocurrió; Una ola incendio mis pies y mis piernas, ascendió por mi vientre, mi pecho, mi garganta, hasta acabar dentro de mi boca, su lengua estaba muy caliente, me atrapo el alma en pocos segundos.

Fue una experiencia profunda, diferente, un placer extraño. Pude notar su polla tiesa en mi vientre, con sigilo abrió mis piernas para poder introducir su tranca. Me abandone a su pretensión y me abrí todo lo que pude, para dejar fácil el camino a la polla que me follara esa noche.

Bombeaba fuertemente, los chasquidos de mi cadera al golpear la suya no pasaban desapercibidos, su polla tiesa como un palo no dejaba de atravesarme hasta tocar el fondo, mientras con uno de sus dedos masajeaba mi clítoris, buscando mi orgasmo.

Aquel hombre tenía mucha experiencia, y valla si la tenia, no tarde ni tres minutos en correrme, mientras el no paraba de follarme, de introducir su tranca hasta los huevos, sin piedad alguna.

Se me hizo una eternidad hasta que note su leche emanar fuera de mi nalga, y un gemido estremecedor de placer me despertó de aquel éxtasis, al incorporarme pude ver a unas 12 personas observando mi follada mientras se masturbaban.

Sentir aquella pollaza alemana dentro, despertó en mi de nuevo a la puta que todas llevamos dentro.

La noche no acabo aquí, pues solo hacia una hora y media que había entrado en aquel Big sister, próxima parada la sala pistolas…